Trail running es el nombre por el que son conocidas universalmente las carreras por senderos de montaña, una de las disciplinas deportivas más en boga en los últimos años entre los aficionados a las actividades en plena naturaleza. Su práctica exige una buena forma física, especialmente en el tren inferior, una cuidada técnica, mucha precaución para evitar accidentes y un equipamiento adecuado.
Debes tener presente que al practicar trail running no solo se corre por senderos, también se alternan trayectos a pie, tanto en subida como en bajada, que en ocasiones te obligarán a utilizar tus manos y a realizar grandes esfuerzos con tu tren superior. En definitiva, el trail running es uno de los deportes más completos que puedes practicar.
Orígenes del trail running
El ser humano ya practicaba la carrera por senderos en tiempos prehistóricos pero, que se sepa, por pura necesidad y no de una forma lúdica.
Ya en tiempos históricos, la gesta del mensajero Filípides, que corrió 40 kilómetros desde Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria griega sobre los persas, en el 490 a. C., bien podría considerarse un antecedente del trail running (sobre todo si tenemos en cuenta lo escarpado que es el territorio griego). Sin embargo, y nuevamente, esta carrera fue fruto de la necesidad y nada tuvo del carácter lúdico propio del deporte (de hecho, Filípides murió a causa del esfuerzo).
La primera referencia documentada de una carrera de senderos con carácter deportivo se sitúa en la Escocia del siglo XI, durante el reinado de Malcolm Canmore. Recibieron el nombre de fell faces. En la actualidad, siguen celebrándose en Escocia, en el marco de los llamados Highland Games.
En Estados Unidos, las primeras competiciones de trail running tuvieron lugar en 1904, mientras que en España la primera referencia a una carrera de senderos de montaña se remonta al año 1916, cuando la sociedad Amigos del Campo organizó la primera competición en la Sierra de Guadarrama.
El trail running fue considerado por primera vez como una modalidad deportiva oficial en una fecha tan reciente como 1995, cuando fue aceptada como tal por la Federación Inglesa de Atletismo.
Cómo empezar a practicar trail running
Lo primero que debes tener claro si tienes pensado iniciarte en el trail running es que es un deporte muy exigente desde un punto de vista físico, pero también mental. Utilizando una comparación un tanto fácil, se puede decir que no es lo mismo empezar a practicar ping-pong (con todo el respeto hacia este bello deporte) que meterse en el mundo de las carreras de senderos.
En las cosas del deporte, como en las de palacio, las cosas han de ir despacio. Especialmente cuando la exigencia física de la modalidad deportiva es alta. Si vas a dar tus primeros pasos en el trail running es aconsejable que sigas las siguientes pautas:
Cuida la técnica a la hora de correr
Si puedes iniciarte en el trail running de la mano de un entrenador o de un veterano en estas lides, mejor que mejor. Si no es posible, existen muchos libros sobre técnicas de carrera que te pueden ayudar.
No salgas a correr solo
Nunca es recomendable ir a la montaña sin compañía, sea cual sea la actividad que vayas a desarrollar. Si no tienes a nadie cercano que quiera acompañarte en esta actividad, puedes apuntarte a alguno de los numerosos clubs de trail running que organizan quedadas para correr. Ir en compañía te proporciona una gran seguridad en caso de sufrir una lesión.
Si, por circunstancias, sales a entrenar solo, recuerda dejar aviso a alguien cercano, familiar o amigo, de la ruta que vas a seguir.
Mucho cuidado con las distancias y los horarios
En ocasiones, especialmente cuando vemos que nuestra forma física va mejorando notablemente tras unos cuantos entrenamientos, tendemos a sufrir un exceso de entusiasmo y a marcarnos unas etapas excesivamente largas.
Recuerda que el trail running puede llevarte a parajes solitarios y/o alejados de núcleos de población o carreteras. Pueden surgir imprevistos como extravíos, niebla o, simplemente, que se te haga de noche sin linterna o frontal.
Por este motivo es importante calcular bien las distancias, los horarios y las previsiones meteorológicas. Y, claro está, llevar también un buen equipamiento que nos ayude a sortear posibles imprevistos.

Equipamiento básico para la práctica del trail running
Aún con una buena forma física y tomando todas las precauciones, si no cuentas con un buen equipamiento a la hora de practicar trail running, te puedes llevar un serio disgusto. Veamos los elementos que no te deben faltar.
Zapatillas de trail running
Nada de zapatillas para correr en asfalto, por muy buenas que sean. Para el trail running existen muchas zapatillas específicas, y son muchos los aspectos que debes tener en cuenta a la hora de elegir unas: de competición o de entrenamiento, para terrenos compactos o descompuestos, para distancias cortas, medias o largas, según sea tu peso…
Ropa de trail running
El tipo de ropa para las carreras por senderos de montaña depende en buena medida del clima en el que se vayan a desarrollar.
Para situaciones de frío se recomienda el uso de mallas largas y, de ser necesario, pantalones impermeables. Para el tres superior nunca está de más llevar chaquetas de abrigo e impermeables. Contar con una manta isotérmica en la mochila puede ayudarte en alguna situación apurada.
Durante el verano se impone llevar camisetas, mallas y pantalones cortos.
Mochila de trail running
Tan importante como pueda serlo en la práctica del senderismo, alpinismo o trekking. Debe servirte para transportar todo cuanto necesites en la montaña.
Como es lógico, su capacidad debe ir acorde a la distancia que vas a recorrer. Habitualmente, una de 2 litros es suficiente para los recorridos cortos. Para carreras de larga distancia posiblemente necesites mochilas con una capacidad de entre 10 y 15 litros.
Bastones
Fundamentales en algunos tramos de subida y bajada, para cruzar arroyos o para transitar por zonas con mucha vegetación.
Es cierto que a la hora de correr pueden ser un engorro, por eso los más apropiados son los bastones telescópicos, plegables y extensibles, muy cómodos de transportar en la mochila cuando no los necesites.
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Sistemas de hidratación y alimentos
La hidratación es básica en cualquier práctica deportiva. Cuando se corre por senderos de montaña las opciones para una correcta hidratación son numerosos: depósitos flexibles en la mochila, riñoneras, bidones blandos, rígidos o potabilizadores…
En cuanto a la alimentación, no debe ser un lastre a la hora de corer, así que lo mejor es llevar unas barritas o geles energéticos en la mochila.
El frontal
Esta cinta para la cabeza con varias potencias de luz es fundamental para las carreras nocturnas o aquellas que empiezan antes del amanecer. No dejes de llevarlo en cualquier ocasión, por si surge algún imprevisto. También es aconsejable llevar una o dos linternas.
Teléfono móvil y reloj de montaña
Llevar un teléfono móvil con geolocalizador te garantiza ser localizado en un plazo muy breve en caso de necesidad.
Los relojes de montaña cuentas con numerosas funciones que te pueden ser de utilidad durante la carrera, como altímetro, GPS, brújula, barómetro, etc.
Gafas de sol para montaña
Unas gafas de sol de buena calidad no solo te protegerá de la luz solar directa, también de los posibles reflejos en zonas nevadas y del viento que, en ocasiones, puede resultar muy molesto.
Silbato
Los silbatos suelen ser obligatorios en mcuhas carreras oficiales, pero aunque simplemente salgas a entrenar, nunca está demás llevar uno. Pueden revelar tu situación en caso de extravío. En la actualidad, la mayor parte de las mochilas de trail running llevan uno incorporado.
Como ocurre con todos los deportes y actividades que se desarrollan en plena naturaleza, el trail running es una de las mejores formas de desconectar del estrés propio de las grandes ciudades y de encontrar el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Además, su alta exigencia te garantiza lucir un físico envidiable en muy poco tiempo. ¿Qué más se puede pedir?