Qué es el trekking

Todo lo que has de saber sobre el trekking

Los deportes y actividades al aire libre son algo más que una tendencia, forman parte de una filosofía de vida que busca el equilibrio del cuerpo y de la mente, lejos de la masificación, la polución y el estrés propios de los centros urbano (lo que poéticamente se llama mundanal ruido). Entre las actividades de naturaleza más populares, cada vez cobra más fuerza el trekking (y también el senderismo, que, cómo verás más adelante, no es exactamente lo mismo).

Qué es el trekking

El gran problema para definir con exactitud el trekking es que el término no ha sido aceptado aún por la RAE, por lo que muchas veces es confundido con el senderismo, que sí tiene entrada en el diccionario español.

El trekking se puede definir como una modalidad de excursionismo a zonas poco frecuentadas por el turismo, muchas veces montañosas y/o boscosas y cuyo recorrido, generalmente largo, se realiza a pie y con un equipamiento específico.

Origen del trekking

Ya en tiempos prehistóricos el ser humano realizaba grandes travesías, pero sus motivos eran estrictamente prácticos: buscar alimentos, escapar de peligrosos depredadores, inspeccionar nuevos territorios en los que asentarse… Sin embargo, estas actividades no podían denominarse trekking o excursionismo porque carecían del componente lúdico que caracterizan a estos.

Fue durante el Siglo de las luces, el XVIII, cuando surgió el concepto de excursionismo, aunque su objetivo era más científico que deportivo. Impulsados por los nuevos tiempos de la ilustración, numerosos científicos (botánicos, geógrafos, naturalistas…) organizaban largas, y muchas veces peligrosas, expediciones en busca de nuevos descubrimientos. No fue hasta mediados del siglo XIX cuando el excursionismo comenzó a considerarse una práctica deportiva.

Entonces, ¿por qué se llama trekking a una modalidad del excursionismo? El origen del término se encuentra en la colonia británica de Sudáfrica, cuando los boers, los colonos holandeses de la región, emprendieron el Gran Trek, una migración desde la costa hasta el interior del continente cuyo objetivo era escapar a la dominación británica. Sus protagonistas fueron llamados trekkers.

Sin embargo, a nivel deportivo, el término trekking no empezó a utilizarse hasta la década de los 80 del siglo XX, para definir a las grandes caminatas que escaladores y alpinistas tenían que realizar en las cordilleras del Himalaya y de Sudamérica desde el punto de partida de sus expediciones hasta las bases de las montañas que pretendían escalar y donde instalaban los conocidos como campamentos base.

Qué es el trekking

Diferencias entre el trekking y el senderismo

Es evidente que si el trekking y el senderismo son confundidos a menudo es debido a que tienen muchos puntos en común, sin embargo, ambas prácticas deportivas también presentan unas diferencias bien claras que las convierten en actividades distintas.

Mientras que el senderismo (hiking, en inglés) suele realizarse a través de caminos señalizados y balizados, en unas rutas que muchas veces están promovidas y homologadas por federaciones y organismos oficiales, el trekking se desarrolla en unos escenarios naturales mucho más aislados, a través de montañas, bosques o cañones, con pocos senderos (y, de haberlos, no señalizados).

En definitiva, el senderismo transcurre por rutas oficiales a través de las cuales los andariegos van descubriendo no solo el patrimonio natural de la zona, también el cultural y etnográfico, mientras que en el trekking es el propio excursionista el que va creando nuevas rutas (haciendo camino al andar, como diría el poeta Antonio Machado), con unos recorridos generalmente más largos, a veces de una semana, mientras que el senderismo no suele ocupar más de unas horas.

Equipo básico para la práctica del trekking

El trekking es uno de los grandes deportes de aventura y su planificación no puede tomarse a la ligera. No vamos a dar un paseo por el campo sino a experimentar una serie de vivencias que, según las circunstancias, pueden llegar a ser extremas.

Cualquier veterano en estas lides conoce bien la importancia de llevar un equipo completo y de calidad que permita caminar con la mayor comodidad y vivaquear de forma segura en entornos no siempre amigables.

Veamos cuáles son los elementos básicos que debes llevar al practicar trekking.

Mochila

Fundamental para llevar todo el equipaje necesario. Además de su calidad (y de que sea impermeable, claro está), el aspecto más importante a tener en cuenta antes de ponerla en la espalda es su tamaño. Este dependerá de la duración del trekking.

En el caso de que tu excursión sea de un único día, con una mochila de entre 20 y 40 litros de capacidad tendrás más que suficiente; las que tienen una capacidad de entre 40 y 60 litros te pueden servir para las caminatas de 2 o 3 días; una vez que superes esos 3 días y te metas en rutas largas, la mochila deberán ser las más grandes que puedas llevar, de hasta 90 litros.

Bastones de trekking

Unos buenos bastones de trekking pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso cuando se practica trekking. Los más populares son los bastones telescópicos, formados por varios segmentos y que te permiten alargarlos o encogerlos dependiendo de las circunstancias y de tus necesidades.

Los beneficios de llevar unos buenos bastones de trekking son innumerables: descargan la presión de tus rodillas, te ayudan en cualquier terreno (subiendo, bajando o llaneando), evitan resbalones, sirve para retirar posibles obstáculos (ramas,, piedras, telas de araña…) e incluso puedes utilizarlos como arma de defensa ante ataques de animales (son muy útiles con las vacas, unos animales que no siempre son tan pacíficos como se suele creer y que ante la visión de un bastón levantado suelen renquear si dar más problemas).

Vestimenta

La ropa y el calzado de trekking que elijamos deben protegernos tanto del frío y de la lluvia como del calor. Es muy probable que durante una larga travesía te encuentres con las más variadas vicisitudes meteorológicas. Recuerda que, en la naturaleza, muchos días de tórrido calor son seguidos por noches tremendamente frías (antes de emprender el camino, estudia bien las predicciones meteorológicas).

Ropa

En lo referente a la ropa (pantalones, camisetas, jerseys…) es fundamental que te resulte cómoda y que no te provoque rozaduras (mejor no lleves prendas recién compradas y sin uso, a veces dan desagradables sorpresas).

Aunque hagas tu ruta de trekking en verano, lleva siempre ropa de abrigo y un impermeable (nunca se sabe cuándo puede entrar una tormenta). Los plumíferos son una solución perfecta, ya que se pueden compactar mucho, llevándolos en la mochila y sacándolos para cuando los necesitemos.

Vestimenta para trekking

Calzado

Con el calzado tampoco se puede jugar. El trekking te llevará adonde te lleven tus pies (ni un metro más allá) y si no los cuidas tu aventura puede tornar en desventura. Lógicamente, nada de zapatos, pero tampoco nada de zapatillas deportivas (un error muy común entre los neófitos del trekking).

Debes llevar botas de caña alta, o al menos de media caña, de modo que te protejan convenientemente los tobillos (que, junto a las rodillas, son las partes de nuestro cuerpo que más sufren en estas travesías).

Gorro

Es también muy importante que protejas tu cabeza, tanto de los rayos solares como del frío. Un exceso de sol puede provocarte una insolación, y no es lo mismo sufrir esta enfermedad en la playa, con los servicios de salvamento al lado, que en un inhóspito paraje de montaña, donde las consecuencias pueden ser muy graves.

Llevar un gorro puede evitarte este problema, a la vez de calentarte en días fríos o mientras vivaqueas (es decir, cuando acampas por las noches).

Gafas de sol

Por último, lleva unas buenas gafas de sol con filtro UV, especialmente si vas a pasar por zonas nevadas. El sol reflejado en la nieve puede causarnos seria lesiones en la córnea, por lo que este aspecto no debe tomarse a la ligera.

Por supuesto, nada de llevar gafas de medio euro que no sirven más que para estropearnos los ojos. La calidad del equipamiento es fundamental cuando se practica trekking.

Equipo de acampada

Además del equipamiento que debemos llevar puesto en nuestros cuerpo, también es básico llevar un buen material de acampada para cuando nos toque vivaquear.

Tienda de campaña

La tienda de campaña que elijas debe ser fácil de montar, ligera pero resistente. Recuerda que no es lo mismo acampar en el Festival de Benicasim que en pleno monte o en las profundidades de un bosque.

Por supuesto, no olvides llevar una buena linterna o la cosa puede ponerse realmente difícil en una noche oscura.

Saco de dormir y esterilla

Para vivaquear no te puede faltar un saco de dormir, fino si tu travesía es en verano y más grueso si la llevas a cabo durante las estaciones frías. Y lleva siempre una esterilla que te sirva de base.

Este es otro error clásico entre los recién llegados al mundo del trekking; muchas veces, lo que provoca frío y no permite dormir no es la temperatura del ambiente, que incluso puede ser muy agradable, sino el frescor, la humedad que sale del suelo y que te llega hasta los huesos. Una buena esterilla te evitará pasar la noche en vela y temblando.

Hornillo

Otro aspecto a tener muy en cuenta es la alimentación durante la travesía y la acampada. Mientras que en una ruta de senderismo estándar te pueden servir perfectamente unos bocatas y algo de fruta, en una larga travesía de trekking necesitarás reponer más tus fuerzas e ingerir comida caliente.

Para este menester, nada mejor que llevar un hornillo de montaña, con un cazo y cubiertos, de modo que puedas prepararte una sopa o un plato de pasta o arroz (recuerda que los carbohidratos serán los que recarguen tu motor, nada de llevar pastelitos o chucherías sin ningún valor nutricional).

Bolsas de basura

Por último, no olvides que uno de los motivos más importantes para practicar trekking es el amor por la naturaleza. Lleva bolsas de basura para recoger los deshechos y dejar el paraje tan limpio y bonito como te lo encontraste.

Otros accesorios para trekking

Mochilas, bastones, vestimenta, calzado y material de acampada son tal vez los elementos más importantes para practicar el trekking, pero ni mucho menos los únicos. Apunta algunos más que muy probablemente te serán muy útiles y te permitirán salir de alguna situación comprometida:

  • Repelente para mosquitos y crema solar: después de las rodillas y los tobillos, la piel es la parte del cuerpo más expuesta. Protégela con todos los medios posibles.
  • Minibotiquín: no hay centros de salud cercanos cuando se practica el trekking, así que somos nosotros mismos los que debemos sacarnos las castañas de fuego. Lleva un kit básico de primeros auxilios: agua oxigenada, gasas, algodón, cinta quirúrgica, tiritas, vendas…
  • Brújula: mientras que en el senderismo los caminos están señalizados, en el trekking nos encontramos sin mucha más referencia que los puntos cardinales. Para no perder el norte (o la dirección hacia la que te dirijas) nada mejor que una pequeña brújula.

Y ya tienes todo lo necesario para entrar por la puerta grande en el fascinante mundo del trekking, una de las mejores formas de interactuar con la naturaleza, conocer parajes de radiante belleza y cuidar tu salud mientras fortaleces tus músculos y respiras aire puro, muy lejos del mundanal ruido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *